domingo, 11 de enero de 2009

LAS FIESTAS POPULARES EN EL ECUADOR



LAS FIESTAS POPULARES EN EL ECUADOR

En las más recónditas poblaciones del Ecuador, uno de los países más pequeños en el continente, todavía se pueden encontrar grupos de personas que celebran con gran algarabía las fiestas populares que se llevan a cabo a lo largo de todo el año y por diferentes motivos. De allí que es sorprendente que existan más fiestas que días en el año y que el calendario folklórico ecuatoriano sea tan amplio y tan variado. Así existen fiestas religiosas, folklóricas, patronales, fijas, agrarias, etc.

El origen de estas celebraciones es muy antiguo, inclusive, muchas de ellas datan de antes de la llegada de los Incas y de los españoles. Con la conquista española, la religión católica, en su intento de captar seguidores americanos a sus preceptos, encontró en las fiestas indígenas su más perfecto aliado para introducir su dogma. Es por eso que las expresiones puramente indígenas que caracterizaban a las fiestas de pueblo, día a día fueron fusionándose con elementos ajenos a nuestra cultura como producto del sincretismo que se dio hace cientos de años atrás.

Actualmente, es muy común encontrar en las fiestas indígenas una mezcla de personajes y de manifestaciones que responden a la aculturación de que fueron sujetos nuestros antepasados, pero no por ello se puede negar que las fiestas populares todavía mantengan su gran colorido en cada uno de sus detalles.

Los trajes de los principales personajes son muy llamativos, la música entonada al compás del pingullo, el tambor, la flauta, la guitarra y el rondador dan el toque de alegría y animan a los participantes. Así también se debe mencionar la quema de la chamiza, los fuegos pirotécnicos, las vacas locas, los castillos, la abundante comida y bebidas que con gran generosidad ofrecen los priostes a los acompañantes.

Es verdaderamente admirable que aun cuando estamos en pleno siglo XXI, los pueblos indígenas todavía siguen realizando sus fiestas en honor a los dioses de sus ancestros. Tal es el caso de la fiesta del Inti Raymi, que se festeja en el solsticio de verano en la que se dan gracias al dios Inti por las abundantes cosechas y a la Pachamama por cuidar y bendecir los cultivos.

Ésta y otras celebraciones como el Corpus Christi, San Juan, San Pedro y San Pablo, con características religiosas y paganas, se dan en el mes de junio en casi todas las poblaciones indígenas de la serranía. Son famosas las fiestas en Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua, Cañar, Azuay y Loja, en donde personajes como los danzantes con sus enormes penachos o cabezales decorados con espejos, lentejuelas y plumas de pavo real; el aya huma (diabluma o diablo huma) con su máscara de dos frentes; los aruchicos que suelen tomarse la plaza principal del pueblo y que bailan al son de los cencerros que cargan a la espalda, los diablos y payasos, atraen la atención de los espectadores.

A estas celebraciones se podría añadir un vasto listado de importantes fiestas como la de la Mama Negra que se celebra en Latacunga, la de la Chonta en la Amazonía, el tradicional Rodeo Montubio en la costa, el Carnaval de Guaranda, la de las Flores y las Frutas en Ambato, la de la Diablada en Píllaro, la de la Yuca en Sarayacu, provincia de Pastaza, el Paseo Procesional del Chagra en Machachi, la del Yamor en Otavalo, el Pase del Niño Viajero en Cuenca; en las que se pone de manifiesto las raíces culturales que forman parte de nuestra identidad.

Como vemos, estas tradiciones han prevalecido en el tiempo, por lo tanto todos los ecuatorianos debemos permitir que las presentes y futuras generaciones conozcan, vivan, disfruten y valoren estas expresiones populares para así evitar que desaparezca nuestro importante legado cultural.